Mi nombre es Jhandry Galván Zapata, aunque me conocen artísticamente como WEIRD. Nací en la ciudad de Loja y, a mis 29 años, resido en Cuenca, donde he vivido durante 20 años. Desde muy joven, el arte ha sido una parte integral de mi vida, y el graffiti se convirtió en mi principal medio de expresión.
La cultura Hip-Hop ha sido la etnia cultural que ha guiado mi camino artístico. Desde mis días de colegio, el graffiti no fue solo un pasatiempo; fue una forma de diversión y un vehículo para conectar con mis amigos. A los 15 años, decidí dedicarme a esta práctica de manera más constante, manteniéndome siempre en un camino autodidacta.
Mi enfoque artístico se centra en pintar la realidad cruda y distorsionada en su compasión extraña con los elementos, creando obras de un estilo RARO. Siempre intento viajar y pintar donde sea que esté, buscando nuevas perspectivas y experiencias que enriquezcan mi trabajo.
A pesar de mi pasión por el arte, nunca he buscado exponerme en galerías ni buscar reconocimiento. Mi enfoque ha sido siempre en la diversión y la autenticidad. Profesionalmente, soy comunicador organizacional, lo que me ha permitido entender y expresar mi contexto de vida a través de mi obra.
Actualmente, formo parte de dos colectivos artísticos cuencanos: OTEM CREW y LA NADA CREW. Además, dirijo un taller de arte donde continúo desarrollando mi trabajo y en colectivo, explorando y entendiendo mi entorno y la realidad ecuatoriana.
El graffiti, en su naturaleza ilegal, es una forma de resistencia y una declaración de libertad. Para mí, es esencial mantener esta esencia, pues es lo que le da vida a esta expresión artística. Cada trazo en la pared es un grito en el silencio urbano, una forma de reclamar espacio y visibilidad en un mundo que a menudo ignora nuestras voces. Así, el graffiti no solo es arte; es una forma de vida y en mi vida.